TIERRA DE CREPÚSCULOS. Luis Enrique Sánchez García.
Ambientada en los primeros años de la Transición política española y sobre el paisaje de uno de los grandes pueblos del sur de Córdoba, paradigma del espectacular desarrollo económico de ese tiempo, la ventura de las relaciones de Andrea, que transitan desde el amor sincero al amor canalla, sitúan al lector en el escenario de aquellas inquietudes aperturistas y de modernidad que caracterizaron a la generación de la época, en la que todo era cambio, todo era cuestionado y todo tenía cabida, y donde emergen nuevos estilos juveniles con sus peculiares hábitos y modos de afrontar la vida, el ocio o el trabajo. Tierra crepusculo crepusculo sanchez
La experiencia de Andrea es, de alguna manera, una metáfora de ese cambio social, condensada en imágenes de la transformación en las formas de vida y valores que le tocó vivir a la generación de la transición política, con la particularidad de los claros y oscuros de todo progreso. La protagonista vive, en primer término, el apogeo luminoso y esperanzador sinónimo de esa expansión económica vigorosa, pero también sufre el drama de los inhumanos embates del progreso. Sus parejas, Rodrigo, hijo de un propietario venido a menos, y Javier, hijo de un pujante empresario, son símbolos igualmente de esa dinámica social portadora de luces y sombras que determinan el título de la novela.
LUIS ENRIQUE SÁNCHEZ (Peñarroya-Pueblonuevo [Córdoba], 1953), es licenciado en Filosofía y Letras, en la especialidad de Geografía e Historia, y Documentalista.
Durante un tiempo compaginó el ejercicio profesional en el ámbito de la comunicación institucional con su vocación por la investigación histórica, habiendo desempeñado diversos cargos relacionados con la protección del patrimonio cultural, y es miembro correspondiente de la Real Academia de Córdoba.
Aunque por su formación tiene diversas publicaciones en el ámbito de la archivística y la historiografía, hace un tiempo que adoptó una nueva dimensión literaria llevado por su empeño en divulgar la historia más allá de los ámbitos meramente académicos.
Su novela El Tesorero de la Catedral (Almuzara, 2006) obtuvo un notable éxito de lectores, siendo reeditada en la colección de bolsillo «books-4pocket» (2008). Con Espectros en Trassierra (Nizam Editorial, 2013) y La Salamandra púrpura (Utopía Libros, 2017) consiguió igualmente la aceptación de la crítica especializada, figurando desde entonces con nombre propio dentro del panorama actual de la narrativa que tiene en la temática histórica su preferencia a la hora de conformar el entramado de obras de ficción.